jueves, 17 de diciembre de 2015

No hay espadas

Lo único, que me queda por hacer, es llorar ante la nada, desgarrarme el alma llorando cosas que no están, llorando en la sala de espera esperando a alguien que sé que no llegará… No tengo espadas para dar cara en esta batalla, que día a día se hace más pesada y eterna. No hay espadas en mí en mi armario, ni armaduras, ni menos escudos; ya no hay, porque los utilice todos y ahora ya no tengo con qué protegerme. Es inútil pensar en un mañana azulado y tranquilo, mientras mi alma lucha contra los fantasmas de mis derrotas sin poder esconderse. Ya no hay espadas, para combatir las noches oscuras y llenas de soledad que se refugian en mis ojos para luego estallar, convertidas en gotas de cristal.

lunes, 14 de diciembre de 2015

No puedo

No puedo estar cerca de ti, porque me pierdo entre tus manos y tu piel, no puedo estar lejos de ti, debido a que tu ausencia me vuelve loco, me derrumba, me mata lentamente… Sin embargo, sé, que no puedo estar al frente tuyo, ya que todo se vuelve muy confuso y mi alma llora en silencio y mi mirada se vuelve cristalina, pidiendo a gritos un abrazo y tu solo me necesitas para alimentar tus moches de pasión y de caricias eternas, mientras yo las acepto, como si me estuvieras dando gotas de agua en mitad del desierto.

Me desespero por no tenerte, pero simplemente no puedo tenerte... Me haces mal.